"Prueba de dibujos insatisfactoria, no ha sido admitido"
Así rechazaron en la Academia de Bellas Artes de Viena
cuando al personaje de la entrada de hoy, cuando tenía 18 años, y se presentó para estudiar allí en1907.
Pero los que compraron sus pinturas en los años siguientes, opinaron de distinta manera.
A partir de 1910, montó un negocio de pintura de postales junto a un vagabundo, desarrollando su actividad como artista comercial. El hecho de que se ganara la vida de manera marginal fue debido más a la falta de ambición que a la de talento.
Más tarde, pasó a trabajos de mayor formato, concebidos para los 2 mercados de pinturas baratas más grandes de Viena: los fabricantes de marcos, que solían vender su producto con pintura incluida, y los de muebles, que realizaban un tipo de sofá con una pintura insertada en la tapicería.
Trabajó como proveedor de estas empresas hasta 1913, que se trasladó a Munich para eludir el servicio militar austríaco. Allí vendió sus pinturas de puerta en puerta, y realizó numerosas reproducciones del registro civil local, vendiéndolas como recuerdos a las parejas de recién casados que salían del edificio.
Su carrera como artista profesional terminó con la guerra, pero siguió pintando y dibujando en el ejército, realizando numerosos esbozos y acuarelas.
No le afectaron las corrientes modernas artísticas de principios de siglo, y nunca abandonó su estilo estrictamente tradicional. Debido a su interés por la arquitectura, se especializó en escenas callejeras, a menudo copiadas de fotos o ilustraciones, y aunque las figuras humanas las dibujaba pobremente, los resultados eran bastante buenos.
Tal vez si lo hubieran aceptado en la Academia de Bellas Artes, la historia del mundo habría sido distinta.
(Para saber de qué personaje se trata, basta con leer la firma en sus obras).
Marian
5 comentarios:
Muy interesante los datos aportados.
El personaje, quizás no logró ninguno de sus sueños.
Si se hubiese dedicado al arte, tal vez, no tendríamos que lamentar los horrores de la guerra. ¿Sería distinta la historia?. No lo sabemos.
Una vez más queda en evidencia la complejidad del alma humana.
Saludos cariñosos y felicitaciones por tu trabajo, Marian
Como leí una vez en un artículo de Muñoz Molina, una de las terribles lecciones que podemos extraer de la II Guerra Mundial es que la sensibilidad no tiene por qué estar reñida con la maldad más execrable. Alguien, como decía Molina "puede ser aficionado a la música, tocar el piano, gustar de mirar los aterdeceres y ser, al mismo tiempo, un criminal despiadado". No sólo Hitler, muchos de los componentes de su estado mayor, eran personajes muy cultos. No sé si descubrir esta terrible verdad es bueno o malo para nosotros, que hasta entonces pensamos que todos los poetas son personas tiernas y de aspiraciones sublimes y elevadas, no lo sé. Quizás sólo podamos añadir un matiz más al intrincado mapa del corazón y el alma humanos.
Besos y gracias como siempre. Los cuadros, sea como sea, me gustan :-) Salvemos el arte, aunque condenemos al artista.
Hola amigas:
Ojalá hubiera triunfado como pintor.
No se hubiera convertido en el horrible exterminador de judíos.
Si se trata de Hitler claro.
Muchos besos, Montserrat
Pues sí, queridas amigas, se trata de Hitler, y seguramente si se hubiera dedicado a sus pinturas,la historia habría sido distinta. A ver si al menos aprendemos de esos errores y no los cometemos de nuevo... cuestión harto difícil.
Besos.
Gracias por el comentario, Chris, y Feliz Navidad para ti y los tuyos. Felicidades por el blog que tienes y los Christmas.
Saludos cordiales.
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