Es, después de Picasso, el artista malagueño que ha obtenido mayor reconocimiento, habiendo sido académico de la de San Fernando, premiado con las cruces de Alfonso XII, Carlos III e Isabel la Católica, además de haber conseguido innumerables medallas y premios de todo tipo.
Fue un niño prodigio, ingresando con diez años en la Escuela de Bellas Artes de Málaga, donde fue discípulo de Ferrándiz. Con sólo doce años consiguió medalla de oro en una exposición de Málaga, a la que siguieron muchas otras en las nacionales.
Representó el arquetipo de artista académico, llegando a ser catedrático de Bellas Artes y Académico, además de conseguir vender sus cuadros de historia a precios astronómicos y ser el retratista favorito de la realeza y la aristocracia.
Entre sus cuadros más famosos están: El Príncipe de Viana, La conversión del Duque de Gandía y La entrada de Roger de Flor en Constantinopla.
El Museo de Málaga conserva más de treinta obras suyas... y las hemos visto. ¿Se animan?
Marian