La iglesia de la Madeleine es un templo católico de estilo neoclásico situado en París (Francia), en una zona muy comercial, pues hay innumerables tiendas y almacenes muy conocidos y enormes como Printemps o Lafayette, y además está muy cerca de la Plaza de la Concordia.
La iglesia de la Madeleine llama la atención por su arquitectura en forma de templo romano, inspirado en la Maison Carrée de Nimes, pues resulta un poco “chocante” si lo comparamos a las iglesias a las que estamos acostumbrados.
Su construcción se inició en 1764 durante el reinado de Luis XVI.
Con la llegada de Napoleón al poder, éste manda demoler la obra realizada hasta entonces y encarga en 1806 al arquitecto Vignon reiniciar los trabajos transformándola en un grandioso monumento dedicado a la gloria de la Grand Armée (Gran Armada) francesa, hasta que se edificó el Arco del Triunfo.
No obstante, tras la caída del emperador, y en 1814, el edificio se consagra como iglesia católica bajo la advocación de La Magdalena.
Construida sobre un alto basamento con gradas en el frente principal, su perímetro está formado por un total de 52 grandes columnas de orden corintio y fuste acanalado de 20 metros de altura.
Sobre la fachada principal y de acceso se alza un gran frontón recto en cuyo interior se representa en un altorrelieve El Juicio Final, una importante obra escultórica realizada en el año 1834 por Lemaire.
El interior de La Madeleine de París está proyectada en estilo barroco lo que crea un contraste muy interesante entre las fachadas y la parte interna de la iglesia.
Destacan las vistas desde la parte superior de la escalinata en donde se contempla la Rue Royal, con la plaza de la Concordia y el Obelisco de Luxor en el centro.
Su interior se organiza según una amplia y única nave, tras una zona de entrada a modo de vestíbulo donde se sitúan dos grupos escultóricos.
Con un ábside semicircular, en el presbiterio se puede contemplar la obra: La Asunción de La Magdalena, realizada por el artista de origen italiano Marochetti.
Marian
2 comentarios:
Una maravilla! Siempre me deleitan vuestras fotos, y eso que no siempre tengo el tiempo que me gustaría para venir a visitaros.
Gracias por compartir, un abrazo grande.
Gracias a ti por lo que nos dices en tu comentario, Ana, y lo más importante es la calidad de tus visitas, no la cantidad.
Feliz verano.
Un abrazo.
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