Nació en Roma en 1849, donde su padre, de nacionalidad inglesa, trabajaba como pintor.
Hijo de artistas, sus comienzos como pintor estuvieron influidos por el neoclasicismo victoriano.
Más tarde estuvo atraído por el planairismo de los impresionistas franceses.
Si al principio de su carrera se dedicó a temas de la antigüedad clásica, más adelante abordó los literarios, siempre con un estilo suave y misterioso, imbuido de romanticismo, que permiten encuadrarlo dentro del simbolismo.
Pintor famoso en vida, su fama decayó durante el siglo XX.
A fines de esta centuria se produjo sin embargo una revalorización de sus aportaciones a la historia de la pintura.
Más información en:
http://www.jwwaterhouse.net/esp/web.php
4 comentarios:
El lenguaje de Waterhouse se entiende en cualquier idioma, porque son conceptos universales: el amor, la belleza, el detalle sutil y romántico. Todo esto en sus pulcros y hermosos trazos. Un gran artista!
Saludos Ladys!
Gracias por el comentario, Clarissa, has descrito perfectamente al autor y su obra.
Saludos cordiales.
Preciosas pinturas llenas de delicadeza, como muy bien habéis puesto en el título.
Besos, Montserrat
Gracias por el comentario, querida Montserrat, y por seguir visitándonos.
Un abrazo.
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