Un joven arquitecto franco-belga, Vincent Callebaut, ha tenido una futurista idea, Lilypad, una ciudad flotante, autosuficiente y energéticamente limpia. Y con un doble objetivo. Serviría para ampliar el territorio de países costeros, como ya hacen varios emiratos del Golfo Pérsico y Holanda, y a la vez podría acoger a futuros refugiados climáticos. Lilypad viajaría al albur de los vientos y de las corrientes marinas y sería una nueva forma de vida, la isla nómada. Cada una de estas ciudades anfibias podría acoger más de 50.000 habitantes y estaría construida alrededor de un lago central sumergido que recogería el agua dulce de la lluvia. Las "montañas" que rodearían al lago servirían como viviendas, oficinas, centros comerciales. Lilypad tendría tres puertos y toda ella estaría recubierta de una capa de jardines y huertos suspendidos que servirían para la cultivas productos frescos. El objetivo sería la instauración de una comunidad que pudiera vivir en principio indefinidamente en esa ciudad. La estructura de la ciudad flotante está inspirada en un nenúfar gigante del Amazonas proyectado a una escala 1/250. Totalmente autosuficiente, Lilypad serviría también para enfrentar los grandes desafíos lanzados por la OCDE en marzo de 2008: clima, biodiversidad y agua.
El proyecto, además, produciría más energía de la que consumiría usando varias energías renovables -solar, térmica, fotovoltaica, eólica, hidráulica, de mareas, osmótica, de fitodepuración y de biomasas-. Todo sería reciclable y produciría ella misma el oxígeno y la electricidad que consumiera, reciclando el CO2 que emitiera y sus desechos, depurando las aguas residuales y rodeándose de campos de acuicultura y de corredores bioéticos para responder a las necesidades alimentarias de sus más de 50.000 habitantes. La estructura estaría construida de fibras de polyester y cubierta por una capa de dióxido de titanio, que serviría para absorber la contaminación atmosférica. Lo que parece un onírico proyecto de ciencia ficción cercano a una moderna arca de Noé, también tendría utilidades más crematísticas, como la ampliación del territorio de microestados ribereños, como el caso de Mónaco o la ampliación hacia el mar de infraestructuras de grandes ciudades. También podrían servir como centros turísticos.
Fuente: http://www.clarin.com/
El proyecto, además, produciría más energía de la que consumiría usando varias energías renovables -solar, térmica, fotovoltaica, eólica, hidráulica, de mareas, osmótica, de fitodepuración y de biomasas-. Todo sería reciclable y produciría ella misma el oxígeno y la electricidad que consumiera, reciclando el CO2 que emitiera y sus desechos, depurando las aguas residuales y rodeándose de campos de acuicultura y de corredores bioéticos para responder a las necesidades alimentarias de sus más de 50.000 habitantes. La estructura estaría construida de fibras de polyester y cubierta por una capa de dióxido de titanio, que serviría para absorber la contaminación atmosférica. Lo que parece un onírico proyecto de ciencia ficción cercano a una moderna arca de Noé, también tendría utilidades más crematísticas, como la ampliación del territorio de microestados ribereños, como el caso de Mónaco o la ampliación hacia el mar de infraestructuras de grandes ciudades. También podrían servir como centros turísticos.
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Marian
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