Cuando el viajero visita por primera vez Senegal y recorre las calles de Dakar es muy probable que, en su interés por la artesanía local, su atención se vea atraída por ciertos cuadros coloristas que lucen colgados en los puestos de mercadillo. Conocidos popularmente como pintura suuwer, (del francés “sous verre”, o sobre cristal) son una tradición típicamente senegalesa que tiene un lugar preeminente en la historia de la creación artística africana. Situada por derecho propio, desde principios del siglo XX, entre las artes plásticas contemporáneas, se han escrito ríos de tinta sobre esta original pintura, realizado cientos de exposiciones, y sus más famosos artistas están reconocidos entre los más prestigiosos representantes de la creatividad del oeste africano.
"Las características generales de este tipo de pintura son, desde sus comienzos: la delimitación de la figura por medio de la línea de tinta china, los fondos neutros de un solo color plano, los personajes hieráticos y frontales, la desproporción deliberada según la importancia de los objetos, la ausencia de volúmenes y perspectiva y cierta imperfección en los dibujos; aunque, con el tiempo y las nuevas necesidades expresivas de los artistas, surgirán los colores pasteles y los volúmenes, las degradaciones, la impecable perspectiva, el dibujo directo sobre la superficie, prescindiendo de las líneas de tinta, la abstracción, los diseños innovadores a partir del mundo de la ilustración, y se observa que el cristal, lejos de quedar como una tradición inamovible, se convierte en sólo un soporte más, como podría ser la tela, sobre el que cualquier artista puede elegir trabajar.
Con una frescura y un sentido del humor que llaman la atención a primera vista, el pintor de cristales proporciona decoración para las paredes no solo como adscripción de una familia a cada hermandad religiosa, sino también consejos de tipo ejemplar o moralizante no exentos de una capacidad de autocrítica que raya, con frecuencia, en el cinismo." Luis Temboury.
"Las características generales de este tipo de pintura son, desde sus comienzos: la delimitación de la figura por medio de la línea de tinta china, los fondos neutros de un solo color plano, los personajes hieráticos y frontales, la desproporción deliberada según la importancia de los objetos, la ausencia de volúmenes y perspectiva y cierta imperfección en los dibujos; aunque, con el tiempo y las nuevas necesidades expresivas de los artistas, surgirán los colores pasteles y los volúmenes, las degradaciones, la impecable perspectiva, el dibujo directo sobre la superficie, prescindiendo de las líneas de tinta, la abstracción, los diseños innovadores a partir del mundo de la ilustración, y se observa que el cristal, lejos de quedar como una tradición inamovible, se convierte en sólo un soporte más, como podría ser la tela, sobre el que cualquier artista puede elegir trabajar.
Con una frescura y un sentido del humor que llaman la atención a primera vista, el pintor de cristales proporciona decoración para las paredes no solo como adscripción de una familia a cada hermandad religiosa, sino también consejos de tipo ejemplar o moralizante no exentos de una capacidad de autocrítica que raya, con frecuencia, en el cinismo." Luis Temboury.
Más información:
Virtu
No hay comentarios:
Publicar un comentario