El óleo se conoce desde la Edad Media y se aplicaba normalmente en combinación con la pintura al temple o al fresco, debido a la lentitud de su proceso de secado. Normalmente servía para retocar los detalles de los grandes paneles realizados a toda velocidad sobre el yeso fresco. La gran innovación llega con la época de los primitivos flamencos, que revolucionan con sus investigaciones esta técnica. Los descubrimientos tuvieron mucho que ver con el desarrollo de la alquimia, que dio lugar a las modernas ciencias químicas. El avance consistió en combinar los óleos, que literalmente significan aceites, no sólo con los pigmentos minerales que ofrecen el colorido, sino con productos secantes que aceleran el acabado. El más extendido fue la linaza, aunque cada maestro y cada taller de pintura tenía su fórmula secreta que se transmitía oralmente de generación en generación.
El óleo permite realizar una composición de manera más lenta que al fresco, se puede trabajar sobre un conjunto inacabado, en lugar de por áreas concluidas en una sesión, posibilita los retoques, con lo que se puede variar composición, número de figuras, colores, etc. El detalle y la precisión aumentan con estos materiales.
El óleo puede ser utilizado sobre diversos soportes, lo que apenas varía su aspecto, pero sí la preparación de dicho soporte. Los materiales más usados como base para el óleo pueden ser la tabla de madera, especialmente desarrollada durante la pintura flamenca; el fresco, donde se aplica una vez seco el yeso para retocar los grandes fragmentos pintados a toda velocidad; y el lienzo, el sistema más extendido a partir del Barroco y prácticamente invariable hasta nuestros días.
Virtu y Marian
1 comentario:
Muy bonitos los cuadros, me encanta el colorido. ese tipo de pintura me gusta mucho, y el blog es muy variado. Enhorabuena.
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