Elizabeth Siddal es la principal musa del pintor Dante Gabriel Rossetti durante su juventud.
Ambos se enamoran y en 1852 se prometen y se van a vivir juntos a Chatham Place en Londres, donde las habitaciónes son oscuras y frías lo que empeorará la enfermedad de Elizabeth.
A partir de entonces, le impide posar para los otros pintores de la Hermandad. Rossetti pasa horas dibujando y haciéndo bocetos de su amada. Su belleza pálida, su expresión sombría y serena, sus hermosos y largos cabellos cobrizos conforman un icono para el artista.
Él sigue buscando esa belleza fuera de casa, tiene aventuras con otras modelos cosa que a Elizabeth le vuelve loca de celos hasta el punto de tirar al río Támesis cuadros de Rossetti en los que figuraban otras musas.
En 1855 un crítico de arte comienza a subvencionar la carrera de ella. Elizabeth realiza muchos bocetos con temas medievales. El mecenas, en una de sus cartas, arremete contra Rossetti por no casarse con Elizabeth y darle la estabilidad que necesita. En este periodo Siddal empieza a escribir poesía.
Como Elizabeth proviene de una familia de clase baja, Rossetti tiene miedo de presentársela a sus padres, además las hermanas de éste no la aprueban, por lo que los planes de boda se vienen abajo. Elizabeth piensa, en parte justificadamente, que Rossetti siempre había querido reemplazarla por una musa más joven, lo que le llevará a la depresión y agravará su enfermedad.
En 1860 Lizzie está extremadamente enferma y Rossetti está convencido de que morirá pronto por lo que se casan. En los diez años de noviazgo, él había accedido al compromiso y lo había roto en muchas ocasiones, por lo que ella estaba inmersa en una gran depresión y su larga enfermedad le había hecho adicta al láudano (opiáceo).
En 1861 se queda embarazada. Está radiante de alegría. Durante el embarazo compone el poema "At last". Sin embargo, en el parto alumbra a una niña muerta. Lizzie desquiciada, no se recupera del duro golpe y se pasa las horas meciendo una cuna vacía.
En 1862 queda de nuevo embarazada. Una noche, salen a cenar con un amigo y regresan los dos juntos a casa. Rossetti vuelve a salir hacia el Working Men's College, y cuando regresa tres horas más tarde, la encuentra inconsciente y no puede reanimarla. Su desesperación es tal, que llama hasta a cuatro médicos para reanimarla y ninguno de ellos tiene éxito.
Como tributo hacia ella, Rossetti entierra bajo su roja cabellera una libreta con la única copia de todos los sonetos que había compuesto.
En 1863 Rossetti sigue obsesionado con la pérdida de su musa y se sigue sintiendo culpable por las infidelidades cometidas. Este año pinta Beata Beatrix. Está considerado como la estela funeraria de su esposa. Rossetti se basa en la Vita Nuova de Dante y muestra la traslación mística de Beatriz desde la tierra hacia los cielos. A la derecha Rossetti se retrata en el papel de Dante y Lizzy en el de Beatriz. Vigilando la escena, a la izquierda el Angel del amor. Beatriz está sentada delante de un reloj solar que marca las nueve (número místico que Dante asocia a Beatriz, la hora de su muerte). Presenta una expresión de éxtasis, posiblemente más sexual que religiosa, lleva entre sus manos un pájaro rojo como mensajero de la muerte y que sostiene en el pico una amapola que simboliza el sueño (el opio, droga que utilizó Lizzy para su suicidio).
En 1869 Rossetti estaba completamente entregado al alcohol y las drogas. Estaba convencido de que se iba a quedar ciego y de que no podría pintar jamás. Comienza a escribir poesía de nuevo. Antes de publicar los nuevos poemas se obsesiona con recuperar la libreta que descansa bajo los cabellos de la malograda Elizabeth. Rossetti y su agente apelan legalmente para obtener el permiso de exhumación para retirar el manuscrito.
El manuscrito es retirado al caer la noche para no levantar polémicas. Rossetti no estuvo presente. Fue su agente, el señor Howell quien comentó que el cadáver estaba bien preservado y su delicada belleza intacta. Su pelo había continuado creciendo después de la muerte y por lo tanto el féretro estaba repleto de su largo cabello cobrizo. Se logró sacar el manuscrito aunque un gusano había perforado la libreta e impedía la lectura de algunos poemas. Rossetti publicó todos sus poemas en un sólo libro, pero éstos no fueron muy bien recibidos por el público debido a el alto contenido erótico de los mismos y a que se corrió la voz del episodio de la exhumación.
Marian
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