domingo, 1 de julio de 2007

HACE MILES DEA AÑOS...


Paleolítico superior. Hace 15.000 años. En la zona norte de la Península Ibérica. Dentro de una caverna un artista anónimo pinta un bisonte en una zona recóndita. A la entrada de la cueva, el clan hace sus tareas cotidianas, alrededor de un fuego. Fuera, el frío es intenso, todo está cubierto de hielo, estamos en la última glaciación.

20.000 años después, aproximadamente, un desprendimiento de rocas cierra la entrada de la cueva y la aísla totalmente del exterior. Las pinturas quedan sumidas en el silencio y la oscuridad durante siglos.

1.879. Marcelino Sanz de Sautuola, estudioso cántabro aficionado a la arqueología y descubridor de otras cuevas, visita la cueva de Altamira con su hija María de 10 años. Mientras el padre excava el suelo en busca de evidencias arqueológicas, la niña exclama: “¡¡ Mira papá, bueyes !!”. Marcelino le responde: “no son bueyes, ¡son bisontes!”.

Siglos de pintura, siglos de expresión de sentimientos, de vivencias, de magia.

Marian

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se me fue un cero, evidentemente no fueron 20.000 años sino 2.000.
Saludos.
Marian