En 1997, el Principado de Mónaco cumplió 700 años y la familia Grimaldi revalidó su título de familia real con más permanencia en un trono. Pero la fama grande de los Grimaldi se cimentó a partir de mediados del siglo pasado, cuando Rainiero accedió al trono y puso en marcha una perfecta empresa que combinó negocios financieros, casinos aristocráticos y el Grand Prix de Fórmula Uno, salpicados con el protagonismo escandaloso de alguno de los miembros de la familia real y las muertes trágicas que envolvieron a otros.
El príncipe Rainiero fue coronado en 1949. En 1956 se casó con la actriz Grace Kelly, con quien tuvo tres hijos, Carolina, Alberto y Estefanía.
Carolina, nacida en 1957 fue novia del argentino Guillermo Vilas. Se casó en 1978 con el francés Philippe Junot. Se separó a los dos años. El Vaticano anuló su matrimonio.
En 1982, la familia Grimaldi vivió su momento más trágico: en un accidente automovilístico murió Grace Kelly. Dos años más tarde, Carolina se casó con el industrial italiano Stefano Casiraghi. La pareja tuvo tres hijos. Pero en 1990, Casiraghi murió en el Mediterráneo, mientras competía en motonáutica.
Carolina tuvo luego un romance con el actor francés Vincent Lindon, terminado por éste. Deprimida, encontró finalmente su estabilidad sentimental con su amigo de siempre, el alemán Ernst August V, príncipe de Hannover.
Estefanía, nacida en 1965, desde siempre fue una abonada a los escándalos. El punto culminante fue su matrimonio con su guardaespaldas, Daniel Ducret, con quien tuvo dos hijos.
Alberto, nacido en 1958, al amparo de su eterna soltería, asoma como un príncipe heredero sereno y discreto.
Fuente: Clarín.com
Retratos: Vidal-Quadras.
Virtu
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