LA FIESTA DE VERDIALES
No es ni más ni menos que eso, fiesta; una manifestación de regocijo y alegría en la que se intensifican relaciones de amistad, una expresión musical de voz, música y danza de la que participan de modo activo casi todo el que lo ve. Los fiesteros de los que tenemos datos y relatos, nos cuentan la fiesta como momentos en los que reunirse con los amigos para una celebración especial y poder así compartir momentos de alegrías tras las duras tareas campesinas, seguir celebrando fiestas ancestrales como son el solsticio de invierno y el de verano, y en épocas mas recientes los tradicionales concursos y festivales.
Musicalmente los verdiales son, básicamente, un fandango; heredero directo, magnifica y milagrosamente conservado en todos sus elementos y pureza, del primitivo fandango que durante el siglo XVIII triunfó en casi toda España, donde se convirtió en el baile nacional, y en Europa.
LAS PANDAS
Los verdiales son interpretados por grupos de músicos conocidos como pandas, si bien dicha denominación solo se les aplicaba antiguamente durante los días de la Pascua, donde con dos guitarras, dos platillos, un violín, un pandero, una bandera, un alcalde, y el caracola; se trasladaban por los distintos cortijos de los Montes de Málaga para dar punto y final a su andadura en el concurso del día 28 de diciembre.
En la actualidad la mayoría de las pandas tienen un mínimo de quince participantes y cuando suben a un escenario parece más una orquesta que una fiesta de verdiales. Son cuatro guitarras, cuatro platillos, un violín, un pandero, bandera, baile (3 a 8) y el alcalde.
PANDA Y PASCUA
Al llegar los días de la Navidad, la figura del fiestero cobra una mayor relevancia, siendo protagonista de un arcaico ritual emanado de remotos tiempos y vinculado a las fiestas saturnales de los romanos. Al igual que salir en las Pascuas como lo hacían nuestros antepasados nosotros ya no lo hacemos, otras muchas cosas han dejado de tener importancia en la fiesta he incluso han desaparecido.
EL SOMBRERO
Es durante la Pascua, cuando el fiestero se reviste de autoridad. Y para testimoniarlo, luce el principal emblema de la misma: La corona; simbolizada por un abigarrado sombrero cuajado de flores y abalorios, que constituyen las joyas de esa corona mimética que portan como lo que son: reyes, tontos y locos, si, pero reyes. Lazos, que significan las ínfulas que penden de la corona y le confiere un carácter casi sagrado. Lazos multicolores bordados por las amorosas manos de las madre, abuela, esposa o novia del fiestero. Espejos que les otorgan el poder luminoso del Dios Sol cuando este se mira en ellos, Dios que se venera en este tiempo de su renacer y cuyos rayos reflejan.
LA RIFA
Se celebraba y celebra en la Pascua, del 24 al 28 de Diciembre, y consiste en una especie de subasta o puja en la que se ofrece cierta cantidad de dinero a cambio de disponer de la panda para lo que disponga la persona que paga. Habían rifas graciosas y otras que casi rozaban la humillación, pero era costumbre en los hombres para bailar o ver bailar a una mujer determinada; pero por desgracia, en la actualidad, la rifa casi se esta quedando en el olvido. Para poneros en situación relataremos algunos ejemplos de rifa; como la panda que debió subir a un almendro y tocar, cada fiestero en una rama. En otra ocasión alguien pago para que la fiesta tocara rodeándole, mientras el sujeto procedía a evacuar su vientre con toda parsimonia. Fue famosa la rifa en la que uno se tuvo que introducir en un horno de pan; al salir, apareció completamente cubierto de harina y cenizas; o, aquella otra espeluznante rifa en la que se forzó a un individuo a zambullirse en una alberca ¡En una noche de Diciembre en los Montes de Málaga! , con el resultado de muerte por pulmonía pocos días mas tarde.
El rifaor era una persona era una persona que solía acompañar a las pandas y que tenia un singular gracejo y desparpajo a la hora de sonsacar rifas o pujar con el publico entre graciosas ocurrencias, con la habilidad necesaria para sacar los cuartos y que la victima quedara agradecida y contenta.
LOS JUEGOS
Son pequeñas escenificaciones de carácter grotesco, cómico y con matices, en ocasiones procaces; preparados por los más animosos y ocurrentes del lugar, que interrumpían la fiesta con un pequeño teatrillo con disfraces imposibles, mucha gracia y descaro, improvisando agudos diálogos y escenificando bromas sarcásticas, a la voz de ¡Juegos, juegos, señores! Llenando de alegría, alborozo y expectación la escena de la fiesta.
EL CHOQUE
En su constante rolar por caminos y vereas, era frecuente que dos pandas se encontraran. En tal caso existía la costumbre de, previo saludo, entablar un amistoso combate consistente en tocar ambas pandas al unísono, aumentando la velocidad del ritmo, hasta que una de ellas perdía el compás o quedaba por debajo de la otra. Estas rivalidades daban momentos de gran tensión y expectación tanto entre aficionados como entre los mismos fiesteros y en ocasiones el choque podía terminar en una batalla campal. Hacia los años 40 y 50 del pasado siglo, el encuentro de pandas del 28 de Diciembre tenia lugar en la Venta Galway, se dirimía mediante choque, y era el Sargento del puesto de la Guardia Civil de Colmenar el que dirimía el choque, evitando de este modo las posibles protestas y alteraciones ante el veredicto del combate. Hacia los años 80 el concurso de choques ya no tenia lugar, y fue en 1994 cuando la peña el Revezo de Benagalbón instauró un concurso de verdiales donde la fiesta se hace a la antigua, con poquitos fiesteros, sin escenarios, sin ropas de blanco y negro, y rodeados de gente; y para abrir boca, a primera hora de la tarde se produce el choque de pandas a la puerta de la iglesia.
LA PANDA: El Alcalde
Se convierte en la autoridad comúnmente admitida por el grupo y el referente de la panda en cuestiones de: itinerario, rifa (a el deben dirigirse el rifaor o cualquier otra persona interesada), choque (en caso de producirse un encuentro con otra panda, el decidirá si hay guerra o no).
Durante varios días con sus noches se convierte en el guía y el padre de todos los fiesteros y resuelve cualquier contratiempo que se pueda producir. Para hacer visible su autoridad porta una vara de mando con la que dirige a la panda y que consiste en un “pijo” de toro disecado y envuelto en cintas de colores.
Estas andaduras ya quedan lejanas a los alcaldes de hoy día, que se limitan a convocar a los fiesteros, y señalar cuando se toca, donde, quien canta, y cuando empieza y termina la lucha. Muchas eran conocidas por los nombres de sus alcaldes, como se pueden recordar los nombres de Povea, Caliche y Calderón.
Contrariamente a lo que se suele pensar, la función de un alcalde en una panda, no es semejante a la de un director de orquesta, pues no va marcando compás y ritmo de la panda con su vara de mando a modo de batuta, sino que manda el momento de comenzar y terminar una lucha de fiesta, así como señala a los fiesteros que tienen que cantar.
EL CARACOLA
Figura lamentablemente desaparecida de las pandas al irse difuminando hasta perderse la finalidad que cumplía, aunque actualmente se intenta su recuperación. Es el fiestero que portando una gran caracola marina adornada con cintas de colores, la hace sonar cuando la panda se aproxima a un cortijo o una venta para avisar de su llegada. Para el dueño de la casa era un autentico orgullo y un honor el oír, en la lejanía, ese sonido largo y penetrante del caracol, que se iba aproximando a su hogar, visita muy esperada todo el año y que se consideraba un privilegio. Los chiquillos de la casa gritaban alborozados: ¡Ya vienen los tontos! ¡Por allí relumbran los gorros!
EL ABANDERAO
Marcha junto al alcalde, al frente de la panda. Porta y baila una bandera, generalmente nacional, aunque con la llegada de la democracia también la andaluza y la malagueña. Pero lo relevante no es el color de la misma, sino la imagen de la Virgen que figura en el centro, casi siempre la Virgen de los Dolores y, en algún caso, la del Carmen de las Ánimas.
Suele bailar solo aunque se ha conocido de alguno con especial pericia en bailar con una mujer como el maestro Félix.
Nuestros mayores recuerdan que existía una modalidad de baile de bandera relacionada con el choque de pandas, en la que los abanderados contendientes bailaban entre si pero de un modo poco amistoso: fijaban al extremo del mástil un largo clavo con el que trataban de rasgar la tela de la bandera contraria. Cuando esta costumbre llego a oídos de la autoridad franquista quedo terminantemente prohibida al considerarlo “una afrenta a un símbolo de la patria”.
EL BAILE
Elemento fundamental de la fiesta verdialera (que seria de una panda sin el sonido de los palillos ni la presencia de las mujeres). Necesidad innata de hombres y mujeres desde los orígenes de la humanidad, oportunidad para la comunicación y pretexto para el amor.
Hasta los años 50 del siglo pasado era impensable que algunas mujeres acompañaran a ocho hombres en sus recorridos por las pascuas pasando fuera de sus casas cinco días, exponiéndose a ser tachadas de libertinas (ya me entienden) debido a los condicionantes socioculturales de la época. Es a partir de la proliferación de festivales y espectáculos y la estabilización de las pandas, cuando surge la costumbre de llevar un grupo de baile. Y cierto es, dicho sea de paso, que la presencia de la mujer a enriquecido la vida interior de la panda hasta el punto de que son frecuentes los emparejamientos en el seno de la misma panda.
Los participantes en el baile, se acompañan del toque de las castañuelas, aunque en las fiestas son algunos de los hombres que lo hacen con pañuelos. Las mudanzas se echan tradicionalmente en parejas hombre-mujer, mujer-mujer. Otra modalidad es el tresillo, compuesto de un hombre y dos mujeres. Las mudanzas son de libre ejecución por lo que destaca la belleza de su naturalidad y el arte espontáneo que demuestran las parejas, exentos de estereotipos academicistas.
LAS COPLAS
Se cantan cuartetas o quintillas octosílabas de rima asonante, como corresponde a cualquier fandango. Una de sus características más hermosas que solían ser improvisadas de repente, trovadas. Antiguamente existía esta costumbre de repentizar, a veces, con requerimientos amorosos y, otras, con cierta picardía, coplas dirigidas a alguien que podían ser contestadas con idéntico matiz, en un ingenioso duelo poético.
Eres chiquita y bonita,
brillante como un lucero,
en una noche de enero
cuando la luna se quita.
Tu madre tuvo la culpa
que dejó la puerta abierta
que yo me colara dentro
que te estuviste quieta.
Tuve un canario en su jaula
y le pedí la libertad
porque el ave ,prisionera,
lloraba en vez de cantar
al llegar la primavera
A la una entre en tu calle
y ya van a dar las dos,
dile al sereno que calle
que vamos a hablar los dos
cositas que nadie sabe.
Mi suegra me dijo anoche
que no comiera lentejas
que me tenía preparao
un conejo sin orejas.
Caballo que a los tres años
ve una yegua y no relincha
o le falta la cebá
o es que le aprieta la cincha.
Debía durar una madre
como dura una palmera,
que siempre tuviera el hombre
una mujer que lo quiera
y lo llame por su nombre.
El querer que las mujeres
es como el de las gallinas
que cuando les falta el gallo
a cualquier pollo se arriman.
INSTRUMENTOS:
Violin
Es el protagonista de la melodía, la nota de distinción de la panda hasta el punto que antiguamente se conocían algunas pandas por su violinero: panda de Curita.
Melismas y notas que se van desgranando por sus tres cuerdas: prima, segunda y tercera. La cuarta no se usa, pues la melodía no esta concebida para ello, sin duda, producto de su arcaísmo y consecuencia de su mas que posible origen rabelesco.
El escritor D. Miguel Romero Esteo confirma la existencia de cierto constructor de rabeles que hasta mediados del siglo XIX los fabricaba en Casabermeja y surtía de rabeles a los verdialeros de los Montes de Málaga. Seria conveniente resaltar que la melodía del violín en verdiales se ajusta exactamente a lo que seria en un rabel de tres cuerdas, e incluso, si retrocedemos en el tiempo, observamos que viejos violineros de Montes y Almogía usaban casi exclusivamente la primera y segunda cuerda.
Guitarra
En número de dos o tres (en la actualidad son casi siempre cuatro) acompañan al violín con aterciopelado rasgueo y compás continuo. Desde la Edad Media se conocen dos maneras de tocar la guitarra: rasgueada, al modo castellano medieval: punteada, como reminiscencia del laúd morisco. Por eso no es casual que la fiesta comareña, pueblo morisco por excelencia, destaque por el punteo de sus guitarras.
Pandero
Si el violín constituye la nota distinguida de la panda, el pandero es la base de la fiesta. Todos los instrumentos se someten a su ritmo y marca las pautas del compás con sus rajados y golpes convirtiéndose en el autentico alma de la fiesta.
Se trata, sin duda del instrumento mas arcaico de todos los que integran la panda. En origen carecía de sonajas, como se advierte en relieves hititas o en el celebre mosaico de Pompeya. Las sonajas, en principio instrumento independiente, bajo el nombre de sistro o sonajero, se le incorpora para enriquecer el sonido y su aportación al ritmo.
Platillos
Son dos pequeños discos de bronce, de seis centímetros de diámetro y privativos de verdiales, trovos alpujarreños, cuadrillas murcianas, rondas manchegas, chacarrá de Tarifa e Iznajar, etc.… Y su toque se ejecuta golpeando uno sobre el otro por la parte hueca, siguiendo el ritmo que marca el pandero.
Su origen arcaico viene acreditado por ejemplares hallados en excavaciones arqueológicas de la Anatolia turca, correspondientes a la cultura Hitita y procedentes del 2003 a. C... Aunque apenas encontré referencias sobre los platillos, sin embargo, aparecen unos instrumentos denominados “albogues”, que podrían ser nuestros actuales platillos. La respuesta nos llega de la mano de nada más y nada menos que de D. Miguel de Cervantes y Saavedra, por boca de D. Quijote, el cual, hacia el final de la segunda parte, cuando hastiado de golpes y desventuras se resigna a cambiar la vida caballeresca por otra bucólica y pastoril, exclamando:
“¡ Válgame Dios, y que vida nos hemos de dar, Sancho amigo! ¡Que de churumbelas -especie de chirimía- han de llegar a nuestros oidos, que de gaitas zamoranas, que tamboriles, y que sonajas, y que rabeles! Pues ¡Que si destas diferencias de músicas resuenan las de los albogues! Allí se verán casi todos los instrumentos pastorales.
¿Qué son los albogues –pregunto Sancho-; que ni los he oído nombrar, ni los he visto en toda mi vida?
Albogues son – respondió D. Quijote- unas chapas a modo de candeleros de azófar (-bronce, latón-), que dando una con otra por lo vacío y hueco, hace un son, sino muy agradable y armónico, no descontenta, y viene bien con la rusticidad de la gaita y del tamborín; y este nombre albogue es morisco…”
Artículo de Pepe Molina publicado en la web de la AVV El Palo 16/05/2007.
No es ni más ni menos que eso, fiesta; una manifestación de regocijo y alegría en la que se intensifican relaciones de amistad, una expresión musical de voz, música y danza de la que participan de modo activo casi todo el que lo ve. Los fiesteros de los que tenemos datos y relatos, nos cuentan la fiesta como momentos en los que reunirse con los amigos para una celebración especial y poder así compartir momentos de alegrías tras las duras tareas campesinas, seguir celebrando fiestas ancestrales como son el solsticio de invierno y el de verano, y en épocas mas recientes los tradicionales concursos y festivales.
Musicalmente los verdiales son, básicamente, un fandango; heredero directo, magnifica y milagrosamente conservado en todos sus elementos y pureza, del primitivo fandango que durante el siglo XVIII triunfó en casi toda España, donde se convirtió en el baile nacional, y en Europa.
LAS PANDAS
Los verdiales son interpretados por grupos de músicos conocidos como pandas, si bien dicha denominación solo se les aplicaba antiguamente durante los días de la Pascua, donde con dos guitarras, dos platillos, un violín, un pandero, una bandera, un alcalde, y el caracola; se trasladaban por los distintos cortijos de los Montes de Málaga para dar punto y final a su andadura en el concurso del día 28 de diciembre.
En la actualidad la mayoría de las pandas tienen un mínimo de quince participantes y cuando suben a un escenario parece más una orquesta que una fiesta de verdiales. Son cuatro guitarras, cuatro platillos, un violín, un pandero, bandera, baile (3 a 8) y el alcalde.
PANDA Y PASCUA
Al llegar los días de la Navidad, la figura del fiestero cobra una mayor relevancia, siendo protagonista de un arcaico ritual emanado de remotos tiempos y vinculado a las fiestas saturnales de los romanos. Al igual que salir en las Pascuas como lo hacían nuestros antepasados nosotros ya no lo hacemos, otras muchas cosas han dejado de tener importancia en la fiesta he incluso han desaparecido.
EL SOMBRERO
Es durante la Pascua, cuando el fiestero se reviste de autoridad. Y para testimoniarlo, luce el principal emblema de la misma: La corona; simbolizada por un abigarrado sombrero cuajado de flores y abalorios, que constituyen las joyas de esa corona mimética que portan como lo que son: reyes, tontos y locos, si, pero reyes. Lazos, que significan las ínfulas que penden de la corona y le confiere un carácter casi sagrado. Lazos multicolores bordados por las amorosas manos de las madre, abuela, esposa o novia del fiestero. Espejos que les otorgan el poder luminoso del Dios Sol cuando este se mira en ellos, Dios que se venera en este tiempo de su renacer y cuyos rayos reflejan.
LA RIFA
Se celebraba y celebra en la Pascua, del 24 al 28 de Diciembre, y consiste en una especie de subasta o puja en la que se ofrece cierta cantidad de dinero a cambio de disponer de la panda para lo que disponga la persona que paga. Habían rifas graciosas y otras que casi rozaban la humillación, pero era costumbre en los hombres para bailar o ver bailar a una mujer determinada; pero por desgracia, en la actualidad, la rifa casi se esta quedando en el olvido. Para poneros en situación relataremos algunos ejemplos de rifa; como la panda que debió subir a un almendro y tocar, cada fiestero en una rama. En otra ocasión alguien pago para que la fiesta tocara rodeándole, mientras el sujeto procedía a evacuar su vientre con toda parsimonia. Fue famosa la rifa en la que uno se tuvo que introducir en un horno de pan; al salir, apareció completamente cubierto de harina y cenizas; o, aquella otra espeluznante rifa en la que se forzó a un individuo a zambullirse en una alberca ¡En una noche de Diciembre en los Montes de Málaga! , con el resultado de muerte por pulmonía pocos días mas tarde.
El rifaor era una persona era una persona que solía acompañar a las pandas y que tenia un singular gracejo y desparpajo a la hora de sonsacar rifas o pujar con el publico entre graciosas ocurrencias, con la habilidad necesaria para sacar los cuartos y que la victima quedara agradecida y contenta.
LOS JUEGOS
Son pequeñas escenificaciones de carácter grotesco, cómico y con matices, en ocasiones procaces; preparados por los más animosos y ocurrentes del lugar, que interrumpían la fiesta con un pequeño teatrillo con disfraces imposibles, mucha gracia y descaro, improvisando agudos diálogos y escenificando bromas sarcásticas, a la voz de ¡Juegos, juegos, señores! Llenando de alegría, alborozo y expectación la escena de la fiesta.
EL CHOQUE
En su constante rolar por caminos y vereas, era frecuente que dos pandas se encontraran. En tal caso existía la costumbre de, previo saludo, entablar un amistoso combate consistente en tocar ambas pandas al unísono, aumentando la velocidad del ritmo, hasta que una de ellas perdía el compás o quedaba por debajo de la otra. Estas rivalidades daban momentos de gran tensión y expectación tanto entre aficionados como entre los mismos fiesteros y en ocasiones el choque podía terminar en una batalla campal. Hacia los años 40 y 50 del pasado siglo, el encuentro de pandas del 28 de Diciembre tenia lugar en la Venta Galway, se dirimía mediante choque, y era el Sargento del puesto de la Guardia Civil de Colmenar el que dirimía el choque, evitando de este modo las posibles protestas y alteraciones ante el veredicto del combate. Hacia los años 80 el concurso de choques ya no tenia lugar, y fue en 1994 cuando la peña el Revezo de Benagalbón instauró un concurso de verdiales donde la fiesta se hace a la antigua, con poquitos fiesteros, sin escenarios, sin ropas de blanco y negro, y rodeados de gente; y para abrir boca, a primera hora de la tarde se produce el choque de pandas a la puerta de la iglesia.
LA PANDA: El Alcalde
Se convierte en la autoridad comúnmente admitida por el grupo y el referente de la panda en cuestiones de: itinerario, rifa (a el deben dirigirse el rifaor o cualquier otra persona interesada), choque (en caso de producirse un encuentro con otra panda, el decidirá si hay guerra o no).
Durante varios días con sus noches se convierte en el guía y el padre de todos los fiesteros y resuelve cualquier contratiempo que se pueda producir. Para hacer visible su autoridad porta una vara de mando con la que dirige a la panda y que consiste en un “pijo” de toro disecado y envuelto en cintas de colores.
Estas andaduras ya quedan lejanas a los alcaldes de hoy día, que se limitan a convocar a los fiesteros, y señalar cuando se toca, donde, quien canta, y cuando empieza y termina la lucha. Muchas eran conocidas por los nombres de sus alcaldes, como se pueden recordar los nombres de Povea, Caliche y Calderón.
Contrariamente a lo que se suele pensar, la función de un alcalde en una panda, no es semejante a la de un director de orquesta, pues no va marcando compás y ritmo de la panda con su vara de mando a modo de batuta, sino que manda el momento de comenzar y terminar una lucha de fiesta, así como señala a los fiesteros que tienen que cantar.
EL CARACOLA
Figura lamentablemente desaparecida de las pandas al irse difuminando hasta perderse la finalidad que cumplía, aunque actualmente se intenta su recuperación. Es el fiestero que portando una gran caracola marina adornada con cintas de colores, la hace sonar cuando la panda se aproxima a un cortijo o una venta para avisar de su llegada. Para el dueño de la casa era un autentico orgullo y un honor el oír, en la lejanía, ese sonido largo y penetrante del caracol, que se iba aproximando a su hogar, visita muy esperada todo el año y que se consideraba un privilegio. Los chiquillos de la casa gritaban alborozados: ¡Ya vienen los tontos! ¡Por allí relumbran los gorros!
EL ABANDERAO
Marcha junto al alcalde, al frente de la panda. Porta y baila una bandera, generalmente nacional, aunque con la llegada de la democracia también la andaluza y la malagueña. Pero lo relevante no es el color de la misma, sino la imagen de la Virgen que figura en el centro, casi siempre la Virgen de los Dolores y, en algún caso, la del Carmen de las Ánimas.
Suele bailar solo aunque se ha conocido de alguno con especial pericia en bailar con una mujer como el maestro Félix.
Nuestros mayores recuerdan que existía una modalidad de baile de bandera relacionada con el choque de pandas, en la que los abanderados contendientes bailaban entre si pero de un modo poco amistoso: fijaban al extremo del mástil un largo clavo con el que trataban de rasgar la tela de la bandera contraria. Cuando esta costumbre llego a oídos de la autoridad franquista quedo terminantemente prohibida al considerarlo “una afrenta a un símbolo de la patria”.
EL BAILE
Elemento fundamental de la fiesta verdialera (que seria de una panda sin el sonido de los palillos ni la presencia de las mujeres). Necesidad innata de hombres y mujeres desde los orígenes de la humanidad, oportunidad para la comunicación y pretexto para el amor.
Hasta los años 50 del siglo pasado era impensable que algunas mujeres acompañaran a ocho hombres en sus recorridos por las pascuas pasando fuera de sus casas cinco días, exponiéndose a ser tachadas de libertinas (ya me entienden) debido a los condicionantes socioculturales de la época. Es a partir de la proliferación de festivales y espectáculos y la estabilización de las pandas, cuando surge la costumbre de llevar un grupo de baile. Y cierto es, dicho sea de paso, que la presencia de la mujer a enriquecido la vida interior de la panda hasta el punto de que son frecuentes los emparejamientos en el seno de la misma panda.
Los participantes en el baile, se acompañan del toque de las castañuelas, aunque en las fiestas son algunos de los hombres que lo hacen con pañuelos. Las mudanzas se echan tradicionalmente en parejas hombre-mujer, mujer-mujer. Otra modalidad es el tresillo, compuesto de un hombre y dos mujeres. Las mudanzas son de libre ejecución por lo que destaca la belleza de su naturalidad y el arte espontáneo que demuestran las parejas, exentos de estereotipos academicistas.
LAS COPLAS
Se cantan cuartetas o quintillas octosílabas de rima asonante, como corresponde a cualquier fandango. Una de sus características más hermosas que solían ser improvisadas de repente, trovadas. Antiguamente existía esta costumbre de repentizar, a veces, con requerimientos amorosos y, otras, con cierta picardía, coplas dirigidas a alguien que podían ser contestadas con idéntico matiz, en un ingenioso duelo poético.
Eres chiquita y bonita,
brillante como un lucero,
en una noche de enero
cuando la luna se quita.
Tu madre tuvo la culpa
que dejó la puerta abierta
que yo me colara dentro
que te estuviste quieta.
Tuve un canario en su jaula
y le pedí la libertad
porque el ave ,prisionera,
lloraba en vez de cantar
al llegar la primavera
A la una entre en tu calle
y ya van a dar las dos,
dile al sereno que calle
que vamos a hablar los dos
cositas que nadie sabe.
Mi suegra me dijo anoche
que no comiera lentejas
que me tenía preparao
un conejo sin orejas.
Caballo que a los tres años
ve una yegua y no relincha
o le falta la cebá
o es que le aprieta la cincha.
Debía durar una madre
como dura una palmera,
que siempre tuviera el hombre
una mujer que lo quiera
y lo llame por su nombre.
El querer que las mujeres
es como el de las gallinas
que cuando les falta el gallo
a cualquier pollo se arriman.
INSTRUMENTOS:
Violin
Es el protagonista de la melodía, la nota de distinción de la panda hasta el punto que antiguamente se conocían algunas pandas por su violinero: panda de Curita.
Melismas y notas que se van desgranando por sus tres cuerdas: prima, segunda y tercera. La cuarta no se usa, pues la melodía no esta concebida para ello, sin duda, producto de su arcaísmo y consecuencia de su mas que posible origen rabelesco.
El escritor D. Miguel Romero Esteo confirma la existencia de cierto constructor de rabeles que hasta mediados del siglo XIX los fabricaba en Casabermeja y surtía de rabeles a los verdialeros de los Montes de Málaga. Seria conveniente resaltar que la melodía del violín en verdiales se ajusta exactamente a lo que seria en un rabel de tres cuerdas, e incluso, si retrocedemos en el tiempo, observamos que viejos violineros de Montes y Almogía usaban casi exclusivamente la primera y segunda cuerda.
Guitarra
En número de dos o tres (en la actualidad son casi siempre cuatro) acompañan al violín con aterciopelado rasgueo y compás continuo. Desde la Edad Media se conocen dos maneras de tocar la guitarra: rasgueada, al modo castellano medieval: punteada, como reminiscencia del laúd morisco. Por eso no es casual que la fiesta comareña, pueblo morisco por excelencia, destaque por el punteo de sus guitarras.
Pandero
Si el violín constituye la nota distinguida de la panda, el pandero es la base de la fiesta. Todos los instrumentos se someten a su ritmo y marca las pautas del compás con sus rajados y golpes convirtiéndose en el autentico alma de la fiesta.
Se trata, sin duda del instrumento mas arcaico de todos los que integran la panda. En origen carecía de sonajas, como se advierte en relieves hititas o en el celebre mosaico de Pompeya. Las sonajas, en principio instrumento independiente, bajo el nombre de sistro o sonajero, se le incorpora para enriquecer el sonido y su aportación al ritmo.
Platillos
Son dos pequeños discos de bronce, de seis centímetros de diámetro y privativos de verdiales, trovos alpujarreños, cuadrillas murcianas, rondas manchegas, chacarrá de Tarifa e Iznajar, etc.… Y su toque se ejecuta golpeando uno sobre el otro por la parte hueca, siguiendo el ritmo que marca el pandero.
Su origen arcaico viene acreditado por ejemplares hallados en excavaciones arqueológicas de la Anatolia turca, correspondientes a la cultura Hitita y procedentes del 2003 a. C... Aunque apenas encontré referencias sobre los platillos, sin embargo, aparecen unos instrumentos denominados “albogues”, que podrían ser nuestros actuales platillos. La respuesta nos llega de la mano de nada más y nada menos que de D. Miguel de Cervantes y Saavedra, por boca de D. Quijote, el cual, hacia el final de la segunda parte, cuando hastiado de golpes y desventuras se resigna a cambiar la vida caballeresca por otra bucólica y pastoril, exclamando:
“¡ Válgame Dios, y que vida nos hemos de dar, Sancho amigo! ¡Que de churumbelas -especie de chirimía- han de llegar a nuestros oidos, que de gaitas zamoranas, que tamboriles, y que sonajas, y que rabeles! Pues ¡Que si destas diferencias de músicas resuenan las de los albogues! Allí se verán casi todos los instrumentos pastorales.
¿Qué son los albogues –pregunto Sancho-; que ni los he oído nombrar, ni los he visto en toda mi vida?
Albogues son – respondió D. Quijote- unas chapas a modo de candeleros de azófar (-bronce, latón-), que dando una con otra por lo vacío y hueco, hace un son, sino muy agradable y armónico, no descontenta, y viene bien con la rusticidad de la gaita y del tamborín; y este nombre albogue es morisco…”
Artículo de Pepe Molina publicado en la web de la AVV El Palo 16/05/2007.
1 comentario:
Magnífico artículo. Hoy especialmente cobra vida en Málaga. Es el día de los "tontos" y los verdiales invaden San Cayetano, para motrarnos ese arte ancestral que destila cada una de las Pandas.
Mi enhorabuena, por el blog y por esas pinceladas que perfilan una Málaga que, para algunos, es desconocida.
Saludos afectuosos desde Sant Just Desvern.
Jaime.
Publicar un comentario