El Museo de Pérgamo pertenece a los museos de arquitectura más impresionantes del mundo. Su existencia se debe a las grandes expediciones de los museos berlineses en pequeña Asia (Antioquía), Pérgamo, Magnesia, Priene y Mileto, Babilonia, Assur, Uruk y otras metrópolis de Mesopotamia. Lo más fascinante son el altar de Pérgamo y la puerta de Ishtar. En la primera planta se encuentra el museo islámico con una pequeña joya española: el techo original de la torre de las damas de la Alhambra (Granada).
El museo de Pérgamo es sin duda el más visitado de la amplia oferta de salas de exposiciones de Berlín y el más destacado de la isla de los museos (Museumsinsel).
El motivo nos espera justo a la entrada. Nada más acceder por la puerta principal del museo nos encontramos con el impresionante altar de Pérgamo entero, y ocupando una enorme sala donde resulta difícil elegir por donde empezaremos nuestra visita, la audioguía. que está incluida en el precio de la entrada nos lo pone más fácil a la hora de comenzar a admirar los frisos de este hermoso templo griego.
Pero el altar de Pérgamo no es la única razón para elegir visitar este museo, la puerta de Ishtar y la muestra de arte islámico, griego y romano forman una de las mejores representaciones del mundo del arte de los últimos 6.000 años.
Originalmente, la puerta de Ishtar, como parte de las murallas de Babilonia, era considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, hasta que en el siglo VI dC fuera reemplazada en la lista por el Faro de Alejandría.
La puerta de Ishtar era la octava de las puertas de acceso a Babilonia, y también la más famosa, gracias a sus grandes dimensiones (14 metros de altura por 10 de ancho), y a su decoración; el ladrillo vidriado se utilizó con exquisita sobriedad, pero a la vez con evidente fastuosidad. Sobre un fondo azul coloreado con polvo de lapislázuli, las series de leones, dragones (grifos mitológicos) y toros andantes forman ordenadas composiciones, enmarcadas por bandas y motivos ornamentales de gran simplicidad geométrica e indudable efecto cromático. Su techo y puertas eran de cedro, y a través suyo transcurría la Vía Procesional, pertrechada de más murallas y de 120 leones de adobe que la custodiaban. Era la entrada principal a las calles y templos interiores de Babilonia.
Un extraordinario museo que recomendamos desde aquí.
Marian
2 comentarios:
AY AMIGAS. QUE PRECIOSIDAD.
ESTO ES UNA MARAVILLA.
PARA PASARSE HORAS Y HORAS DE CONTEMPLACIÓN.
ESTAS VISITAS NO SE PUEDEN HACER DEPRISA.
UN ABRAZO Y GRACIAS POR COMPARTIRLAS, Montserrat
Efectivamente es una maravilla, amiga Montserrat, y la entrada es impresionante, algo inesperado.
Un abrazo.
Publicar un comentario