domingo, 12 de octubre de 2008

DVORAK






Antonin Dvorak.- (Nelahozeves, 1841 - Praga, 1904)

Es un compositor checo, que desde niño demostró disposición para la música. Inició sus estudios en Zlonice en 1853 y los prosiguió en Praga durante el período 1857-59. Luego tocó la viola en una orquesta hasta 1871. Al mismo tiempo, emprende su actividad de compositor.
En 1875 recibió un estipendio del Estado. Mientras tanto, sus obras provocaban el interés de Brahms y Hanslick. La música de Dvorak conoció entonces mayor auge, publicando las Danzas eslavas y las primeras Sinfonías. El músico visita repetidamente Inglaterra, donde es nombrado doctor "honoris causa" de la Universidad de Cambridge . Las de Viena y Praga le confieren también esta misma distinción.
En 1892 acepta la invitación de marchar a Nueva York como director del Conservatorio Municipal; en América escribiría algunas de sus obras más famosas: la Sinfonía del Nuevo Mundo, el Cuarteto en fa mayor y el Concierto para violonchelo y orquesta. La nostalgia de la patria le indujo a regresar a Praga, donde volvió a ocupar el cargo de profesor de composición del Conservatorio.
La obra de Dvorak es muy variada: desde la ópera a la música de cámara pasando por la música sinfónica, terreno al que dedicó más atención.
A partir de 1874, Dvorak se alejó del influjo de compositores como Liszt y Wagner y desarrolló un estilo algo más convencional y clásico. Fue en esa época cuando comenzó a estudiar el folclore de su país, cuyos principales elementos utilizó posteriormente en sus composiciones. Así, incluyó en su obra ritmos sincopados de danzas populares como la mazurka, la dumka o la sparcirka y abandonó la práctica de la anacrusa, ya que ésta no existe en el folclore checo.

En esta línea de carácter nacionalista surgieron multitud de títulos, como las Tres rapsodias eslavas, la ópera Dimitri y la Sexta Sinfonía en re mayor, cuyo tercer movimiento es una danza popular checa llamada furiant.
Al ser un excelente intérprete de viola, se sintió fuertemente inclinado también hacia la música de cámara.
En el campo de la música orquestal desarrolló gran parte de su talento, ya que además de sus nueve sinfonías, escribió poemas sinfónicos, oberturas de concierto, rapsodias y conciertos para instrumento solista, entre otras. Pero, sin lugar a dudas, su sinfonía más célebre es la Novena o del Nuevo Mundo (1892). Esta obra posee reminiscencias de los cantos espirituales negros y de las melodías de las plantaciones del sur de los Estados Unidos.
En el último periodo de su obra, Dvorak volvió a las formas de su juventud y prestó especial interés a las óperas y al poema sinfónico.




Imágenes preciosas para una obra inmortal:http://es.youtube.com/watch?v=fryuQVAuASs&feature=related


Virtu

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