jueves, 28 de abril de 2011

EL TENEBRISMO DE JOSÉ RIBERA











Pintor barroco español. Nació en Xátiva (Valencia) en 1591 y con formación artística en Italia. Tras pasar por Roma, donde ingresó en la Academia de San Lucas llegó a Nápoles (1616), ciudad en la que desarrolla toda su carrera pictórica hasta su muerte en 1652 como el pintor favorito de los virreyes de España, residentes en dicha ciudad, así como de diferentes congregaciones religiosas.


En Nápoles fue conocido con el sobrenombre de el Españoleto, por su corta estatura.

Ribera es el artista del Siglo de oro que participa de una manera más acentuada de los avances estilísticos del naturalismo tenebrista o claroscuro del pintor italiano Caravaggio.

En la mayoría de sus composiciones religiosas las figuras destacan gracias al recurso compositivo tenebrista en el que un foco de luz, dirigido en diagonal desde el exterior del cuadro, crea las líneas maestras de la composición, dejando el fondo del cuadro sumido en una gran oscuridad.


La mayor parte de sus temas pictóricos presentan una iconografía religiosa. El artista plasma escenas de martirios como El martirio de San Felipe (1639), en el Museo del Prado, así como representaciones individuales de medias figuras o de cuerpo entero de los apóstoles.


Sin embargo, realizó también obras de carácter profano, como figuras de filósofos, temáticas mitológicas, representaciones alegóricas de los sentidos, y algunos retratos.


Dentro de su evolución estilística hay que destacar un segundo momento en el que Ribera, a partir de la década de 1630, abandona en parte ese tenebrismo y se abre a un concepto pictórico más luminista.

Dicho cambio se debe a su propia reinterpretación de la pintura de Tiziano y Pablo Veronés, así como a la influencia que recibe de la pintura de Giovanni Lanfranco y a su conocimiento de la pintura flamenca, ya que tiene acceso a obras de Antonio Van Dyck y Petrus Paulus Rubens.

Sin embargo, al final de la década de 1640, Ribera experimenta un nuevo cambio estilístico que le vuelve a acercar a las composiciones tenebristas de su primer momento pictórico, aunque sin abandonar los avances de su segunda etapa.


Lord Byron decía de José Ribera que pintaba con la sangre de los santos.


Marian

6 comentarios:

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola amigas:

Hace muchos años creo que fue en Toledo, me sorprendió mucho este cuadro titulado LA MUJER BARBUDA, amaantando al bebé.

Besos, Montserrat

Ana Márquez dijo...

Maestro de maestros.

Gracias! Besos.

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Hoy por fuerza tengo que poner algo, maestro lleno de sabiduría, con una armonía inigualable, me gusta admirar su obra. Felicidades por traerlo.
Besos para vosotras.

Marian y Virtu dijo...

Ciertamente impone, más parece un hombre con pecho que una mujer con barba. Gracias por el comentario, querida Montserrat.
Un abrazo.

Marian y Virtu dijo...

Existen diferentes estilos de pintura, que unos gustan y otros no, pero unos cuadros como estos no pueden dejar a nadie indiferente.
Gracias por estar aquí, Ana.
UN abrazo.

Marian y Virtu dijo...

Gracias, querida Higorca, por lo que expones en el comentario. Y tienes razón, es un verdadero maestro.
Un abrazo.