El monumento dedicado a Gustavo Adolfo Bécquer, está situado en el Parque de María Luisa. Lo primero que llama la atención es que estamos ante una escultura ecológica, un árbol forma parte de él, en concreto un taxodio, que queda envuelto por el grupo escultórico, quedando un conjunto de árbol, mármol y bronce, perfecto.
En el centro, el busto del poeta embozado en una capa española. Según se mira a la derecha un bellísimo grupo alegórico donde un cupido niño en bronce, que como jugando, trata de saetear el corazón de unas de las tres jóvenes sedentes, en mármol.
Estas marmóreas muchachas representan: el amor perdido, la joven cabizbaja con las flores marchitas en la falda; el amor pleno, la joven que mira al cielo; y el amor soñado, con la joven con mantilla que lleva sus manos al rostro.
Al lado izquierdo del busto del poeta, un cupido yace herido, con una ala rota y un puñal en la espalda, que representa el desengaño amoroso.
Es una maravillosa obra de Lorenzo Coullaut-Valera con la colaboración del arquitecto Juan Talavera Heredia y del escultor Federico Bechini. Se inauguró en 1911, y todo ello fue a iniciativa y gestión de los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero.
Un precioso lugar para los enamorados.
Marian
En el centro, el busto del poeta embozado en una capa española. Según se mira a la derecha un bellísimo grupo alegórico donde un cupido niño en bronce, que como jugando, trata de saetear el corazón de unas de las tres jóvenes sedentes, en mármol.
Estas marmóreas muchachas representan: el amor perdido, la joven cabizbaja con las flores marchitas en la falda; el amor pleno, la joven que mira al cielo; y el amor soñado, con la joven con mantilla que lleva sus manos al rostro.
Al lado izquierdo del busto del poeta, un cupido yace herido, con una ala rota y un puñal en la espalda, que representa el desengaño amoroso.
Es una maravillosa obra de Lorenzo Coullaut-Valera con la colaboración del arquitecto Juan Talavera Heredia y del escultor Federico Bechini. Se inauguró en 1911, y todo ello fue a iniciativa y gestión de los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero.
Un precioso lugar para los enamorados.
Marian
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