El moai, símbolo de Rapa Nui, ha llegado a convertirse en un icono universal. Esas estilizadas figuras eran la encarnación del espíritu de los ancestros de cada linaje. Los nombres propios de algunos de ellos se pudieron rescatar desde tiempos remotos.Se han registrado unos 900 moai en la isla. De estos, unos 400 se encuentran en la cantera de Rano Raraku, 288 asociados a los ahu, y el resto dispersos en distintos puntos de la isla, probablemente abandonados en la ruta a algún ahu. Del total, más de 800 fueron tallados en la toba lapilli del Rano Raraku.
La selección de las canteras del Maunga Eo (cerro fragante), más conocido como Rano Raraku, se debió a que la piedra volcánica de color amarillo grisáceo que se da exclusivamente en ese lugar de la isla, un tipo de ceniza compacta con incrustaciones de pequeños trozos de basalto, denominada toba lapilli, era una materia prima intermedia entre la blanda traquita o escoria y el durísimo basalto, y más accesible para la construcción masiva de estatuas mediante el uso de simples picotas y azuelas de basalto (toki).
La mitad norte del cráter, cuyos bordes bajan suavemente, está compuesta por un material arcilloso rojizo. La toba lapilli aflora en la mitad sur del cráter, en el lado más alto (162 metros). La actividad de los antiguos expertos talladores de imágenes de piedra (tangata maori anga moaimaea) se concentró en la pared exterior que mira al suroeste, pero llegaron hasta la misma cumbre y aún en el borde opuesto, hacia el interior del cráter, en cuyo faldeo se conservan más de cuarenta estatuas, orientadas hacia la laguna.
Desde un punto de vista práctico, uno de los “misterios” por resolver es entender porqué no se extrajeron los bloques para llevarlos a un lugar más cómodo para los escultores, y porqué, en cambio, las figuras se tallaban con casi todos sus detalles en el nicho, incluyendo los finos rasgos de la cara y las manos.
Curiosidades:
•Todos los moai fueron derribados de sus ahus o plataformas en el siglo XVII. Desde 1956 unos pocos de ellos han sido restaurados.
•Todos los moai que estuvieron erigidos sobre sus ahus miraban al interior de la isla, excepto los siete situados en el Ahu Akivi, que al parecer representan a los siete exploradores que precedieron a los primeros colonizadores.
•El moai más alto de entre los terminados, conocido como Moai Paro en la plataforma Te pito kura, medía 11 metros y pesaba unas 80 toneladas. Actualmente se encuentra derribado y seccionado en tres partes.
•En la cantera de Rano Raraku existe una estatua inconclusa de 21 metros.
•Los moai de la Isla de Pascua fueron candidatos para las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.
Virtu
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