Con punta, tacón, cordones o incluso de cuero... No importa cómo sean ni cuánto cuesten, saltan a la vista mientras caminamos. Los zapatos hablan por sí solos y definen nuestra personalidad. Es, al menos, lo que piensa la gran mayoría de los españoles, quienes aseguran que se fijan en ellos tanto como en la vestimenta.
Actualmente los calzados estan preparados para cada acondicionamiento físico del terreno. La sandalia es una especie de zapato que sirve para conseguir más aire fresco sobre el pie. La zapatilla permite más capacidad para el movimiento y la bota permite el paso sobre líquidos de manera impermeable.
El material de confección es variado y el diseño puede ser también artístico. Hay museos para todo objeto imaginable, y para muestra aquí el "museo virtual del zapato", donde podremos ver diseños de zapatos bastante modernos y otros muy pero que muy raros: virtualshoemuseum.com
Actualmente los calzados estan preparados para cada acondicionamiento físico del terreno. La sandalia es una especie de zapato que sirve para conseguir más aire fresco sobre el pie. La zapatilla permite más capacidad para el movimiento y la bota permite el paso sobre líquidos de manera impermeable.
El material de confección es variado y el diseño puede ser también artístico. Hay museos para todo objeto imaginable, y para muestra aquí el "museo virtual del zapato", donde podremos ver diseños de zapatos bastante modernos y otros muy pero que muy raros: virtualshoemuseum.com
Algunas curiosidades: Los zapatos con tacón tuvieron un precursor en los coturnos del teatro griego. Las sandalias eran el calzado más frecuente de la antigua Grecia y Egipto, usado por hombres y mujeres, y diferentes para el pie derecho e izquierdo. En la antigua Roma, donde los zapatos eran símbolo de rango y fortuna, sólo los emperadores tenían derecho a usar botas de color púrpura. Los cruzados volvieron de Oriente con curiosos zapatos derivados de las botas sirias, de un largo tan extravagante que tenían que sujetarlas a la rodilla con cadenas de oro o plata. Las modas no conocen límites: una deformidad del rey Carlos VIII de Francia, que tenía seis dedos, impuso los zapatos de punta muy ancha, con extremos de hasta 33 centímetros, que obligaban a caminar graciosamente con los pies separados.
Virtu
1 comentario:
Www.arttacchi.blogspot.com yo tb me uno a los tacones originales!
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