




El chocolate, además de comerlo, que está buenísimo en todas sus variantes, es un excelente vehículo para realizar obras de arte, ya sean esculpidas partiendo de un bloque, o realizadas a través de fundiciones. De forma totalmente artesanal y utilizando únicamente chocolates, se da forma a todo tipo de figuras.
Grandes reproducciones a escala de monumentos, esculturas talladas en bloques de chocolate macizos, cuadros pintados con chocolate de distintos tonos.
Buenos ejemplos de ellos son: la reproducción de la Iglesia de Santa María (compuesta por casi 5.000 piezas y con unas medidas de 1,70 mts. x 0,95 mts.) o la del David de Miguel Ángel (escultura tallada a partir de un bloque de chocolate blanco de un metro de altura).
Si unimos el aroma a la recreación de la vista, ya sólo queda saborearlo, lo que sin duda será un placer. De momento, una invitación a contemplarlo.
Marian
Si unimos el aroma a la recreación de la vista, ya sólo queda saborearlo, lo que sin duda será un placer. De momento, una invitación a contemplarlo.
Marian
No hay comentarios:
Publicar un comentario