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Es posible que los primeros carteles de feria surgieran, casi exclusivamente, con motivo de informar de un evento, y en ellos solía aparecer la figura de una mujer, normalmente ataviada con traje de faralaes o similar.
Actualmente sigue ocurriendo lo mismo, pero además, el cartel se ha convertido en una verdadera obra de arte, muchos cartelistas son pintores afamados, a los que se les encarga cada año el cartel. En otras ocasiones sale a concurso, y se elige el mejor, a ojos de un jurado.
Sea como fuere, es un deleite para la vista, y en ocasiones un imán para acercarse a vivir la feria “in situ”.
Marian
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